Queridos lectores, hoy os voy a hablar de los numerosos cachivaches que se adquieren hoy día antes de la llegada de un bebé a la familia, y que son totalmente innecesarios. Seré un poco más específica, ya que no quisiera ofender a nadie que los haya comprado (yo misma tengo un arsenal de artículos de bebé que lamento profundamente haber comprado) pero oiga, ¡¡igual a alguien le hacen objeto!! Así que al final, como en todo en la vida, cada uno puede adoptar los consejos que le valgan bien, y dejar los que no.
Voy a enumerar 5 artículos que para mí, deberían borrarse de las listas de baby shower de todos los centros comerciales, y os voy a dar mi argumento. Esta lista se puede ampliar, y modificar, por supuesto…
1. Humidificador.
A ver, el humidificador es un artilugio, que sirve para como su nombre indica, humidificar el ambiente, y supuestamente ayuda a respirar mejor al bebé/niño en caso de catarro. A mí me lo regalaron, y para empezar, menudo ritual para ponerlo en funcionamiento. Que si el agua deber hervirla, que si debe estar fría para llenar el depósito, que si hace ruido…Total, un auténtico follón cada vez que lo usas, y en mi caso al menos, nunca hizo que los niños durmieran mejor, si acaso peor. Os lo podéis ahorrar y gastar ese dinero en algo más necesario, que los bebés necesitan mucha ropa, por ejemplo.
2. Esterilizador
Otro cacharro inútil si das el pecho. Es algo más útil si optas por lactancia artificial, o si el bebé lleva chupete, pero en los últimos años hay incluso controversia a la hora de recomendar esterilizar los biberones, tetinas etc. Se puede recomendar hacerlo los primeros meses de vida, pero tal y como yo lo veo, es innecesario más allá de los 4-6 meses, que es cuando los bebés empiezan a comer de todo, y gatean y se meten los juguetes en la boca…no estériles.
3. Carrito con capazo
Sinceramente, este fue el error económico más grande de nuestra aventura como padres primerizos (bueno, uno de tantos). Uno se compra el carrito con tanta ilusión, se gasta cerca de los 1000 euros incluso a veces, (ya sabéis lo que cuesta un carrito de determinada marca comercial), y luego…no lo usa. Mi primer hijo nunca quiso carro, dormía en él algunas noches, pero en verdad, lo que a él le gustaba era estar en brazos y ser porteado. Obviamente no podemos portear y tomar 24 horas al día, 7 días a la semana… pero hay modelos de carritos que luego sirven como silleta ligera, son convertibles, y que son mucho mejores opciones (el mío por ejemplo pesaba más de 10kg. así que no es muy práctico como silleta). Mi consejo si a pesar de todo queréis este tipo de cochecito, es que miréis opciones de segunda mano porque suelen estar en bastante buena condición (salvo que lo hayan usado varios hermanos, claro).
4. Cuna normal (no de colecho)
Pues sí, gracias a que a mi me la prestaron, porque vaya fiasco. Jamás durmieron ahí. Es grande cuando son pequeños, y pequeña cuando son grandes. Es fría, y además requiere que también compres un colchón, y ropa de cama. Para mí, todo trastos inútiles. Habrá mamis que te digan lo contrario, que ponían ahí a sus angelitos a dormir y dormían 8 horas del tirón…se ve que los míos eran unos Chuckies, porque yo estaba deseando desmontarla y al final descubrí que para los meses que los bebés utilizan una cuna, lo mejor es una mini cuna y si puede ser de colecho mejor que mejor.
5. Peleles que se atan en el culete (por detrás)
Sí, sí, como lo lees. Quedan muy monos, pero para cambiar el pañal telita. tienes que desnudar al bebé del todo para poder hacerlo, y además levantarlo o ponerlo boca abajo cada cambio de pañal, con lo que si el bebé tiene reflujo (ya os hablaré sobre esto en otro post) preparaos para limpiar la última toma del cambiador. Los mejores sin duda, son los que desabrochas con botones de presión la zona del pañal, y se vuelven a poner rapidito.