¿Por qué no necesitas un Bugaboo?

Hola a todo@s

Hoy os reto con una pregunta cuya respuesta, puede marcar la diferencia entre vivir una experiencia maternal positiva o todo lo contrario. La pregunta es la siguiente:

¿Por qué no necesitas un Bugaboo?

Seguro que cuando piensas en quedarte embarazada, o si te acabas de enterar que lo estás, una de las primeras cosas que se te pasan por la cabeza y asumes que vas a necesitar, es el carrito de bebé. Y entonces comienzas a investigar sobre este asunto, que no es baladí…hay que hacer un máster, vamos.

¿Qué carrito compro? ¿Con capazo, o sin él? ¿Apto desde recién nacido, o compraré después una silleta ligera? ¿que se desmonte en 1, 2, o 3 piezas? ¿Bugaboo Bee o Bugaboo Donkey? ¿y de qué color me lo compraré? ¿nuevo o de segunda mano?…

Y  cuando empiezas a investigar sobre el tema, preguntas precios y te enteras porque todas las mamis que te rodean así lo afirman, que como tú ya habías averiguado, Bugaboo es el mejor. Como dice la firma en su página web: «El carrito perfecto para todos los padres». Y es que es todas las mamis que se precien tienen un carrito de esta marca. Un Bugaboo Cameleon con silla y capazo lo tienes desde 849 euros (precios oficiales de la web oficial de Bugaboo). El Bee cuesta 899 euros con capazo, y ya si nos vamos al modelo Fox son 1.099 euros, llegando a costar 1.199 euros el Donkey. Aparte después, compra sombrilla, funda de lluvia, colchoneta, saco, posavasos, y cualquier otro accesorio que puedas necesitar. Vamos que se te puede ir la broma a 1500 euros fácil, o más. Pero os voy a decir un secreto…

No necesitáis un Bugaboo. 

Lo que las mamis necesitan, no se vende en las tiendas de puericultura. 

Necesitan un profesional que las cuide, que las guíe, alguien que fomente y cuide la fisiología del embarazo, parto y puerperio. Un profesional que vigile y cuide que no se presenten complicaciones o problemas a lo largo de su proceso de maternidad, y si estos se presentan, sepa cómo actuar y derivar a otros profesionales si fuera necesario, para proporcionar una atención óptima en cada momento. Necesitan amor y comprensión. Necesitan que un profesional les brinde una atención esmerada, basada en la evidencia científica y que les inspire seguridad. Necesitan asesoramiento, y sentirse atendidas y cuidadas en cada momento. Necesitan respeto. Respeto a sus decisiones, tomadas en base a una información de calidad. 

Así que no. No necesitáis un Bugaboo. Si lo queréis comprar, porque os hace ilusión, o porque simplemente podéis permitíroslo y lo queréis, estupendo. Pero no por necesidad. Yo compré un carrito que me costó en su momento cerca de los 1.000 euros (de la marca Baby Jogger), ¿y sabéis dónde ha estado la mayor parte del tiempo? En el trastero. Tengo un carrito buenísimo en el trastero. Tengo un carrito con rueda de repuesto, capota de lluvia, super cómodo y fácil de manejar y en un color rojo precioso abandonado en el trastero. La verdad es que apenas lo usé con mi primer hijo, pero es que con el segundo ni siquiera tengo el recuerdo de haberlo hecho. Os voy a decir lo que SÍ recuerdo:

  • Recuerdo cuando hice la preparación al parto con mi propio método, y esto me ayudó a estar segura de mí misma el gran día del parto. 
  • Recuerdo cuando vino mi matrona a casa a valorar si estaba de parto, y me acompañó hasta que llegó el momento de ir al hospital. Siempre la llevaré en mi corazón, por esta y otras razones. 
  • Recuerdo cuando esa misma matrona vino a casa unos días después del parto, a verme y a ver qué tal nos encontrábamos en general, mi bebé y yo. 
  • Recuerdo cuando aprendí a portear, y me colgaba a mis bebés en el fular, y los llevaba cerca de mí, y ahí no lloraban. Dormían. ¡Que sensación más inolvidable! volvería a tener un bebé con tal de sentirlos tan pequeños ahí pegaditos a mí. 
  • Recuerdo cuando les daba el pecho, tan pequeños… y supe resolver los problemas que me iban surgiendo en cada momento con confianza.

Hubiera dado lo que fuera por sentirme más apoyada durante mi primer embarazo y sobretodo tras el parto. Ahí hubiera invertido los 1.000 euros del carrito sin dudarlo, y más. Porque no tiene precio sentirse así de arropada. Porque estoy segura de que eso hubiera evitado la depresión postparto que tuve tras mi primera gestación, ¡o no!, pero al menos me habría sentido acompañada y comprendida. Porque tener una matrona que te acompañe y te siga, que te informe, que te apoye, y que te ayude a discernir lo normal de lo anormal; disponer de una profesional que te brinde conocimientos, tiempo a la par que sabiduría obtenida de sus experiencias personales como madre…eso queridas mamis, vale infinitamente más que un Bugaboo. Y eso sí es necesario, porque nuestra maternidad es única e irrepetible, tanto si es la primera como la cuarta vez. Porque tu bebé es único en el mundo, y tú eres única en el mundo. Así que decide bien en qué quieres invertir tu esfuerzo, tu tiempo y tus recursos, porque la diferencia puede ser abismal si no lo haces, y puedes acabar con un carrito monísimo nuevo en el trastero.